Dieciséis personas murieron ayer en el accidente de un avión que transportaba a paracaidistas civiles en el centro de Rusia y que se partió en dos por el impacto. El drama ocurrió a las 09:23 hora local cerca de la ciudad de Menzelinsk, en la República de Tartaristán.
El avión, fabricado en la República Checa y de tipo L-410, se estrelló unos veinte minutos después del despegue, según las autoridades locales, que afirman que la tripulación detectó una avería en el motor.
“Seis personas fueron rescatadas, 16 no presentaban signos de vida”, informó el ministerio de Situaciones de Emergencia ruso en la aplicación de mensajería Telegram.
El aparato pertenecía a un club local de la organización paramilitar DOSAAF, la sociedad benévola de asistencia para el ejército, la aviación y la marina, según la agencia de prensa rusa Interfax.
DOSAAF es la heredera de la Sociedad Científica y Militar creada en 1920 por la URSS para popularizar entre los soviéticos los conocimientos militares, sobre todo en el ámbito aeroespacial, y reforzar los valores patrióticos.
Entre quienes siguieron una formación en los aeródromos de la DOSAAF figuran el primer hombre en viajar al espacio, Yuri Gagarin, y la primera cosmonauta, Valentina Tereshkova. En la actualidad los aeroclubes de la sociedad en todo el país, como el de Menzelinsk, se siguen usando para el entrenamiento de los cosmonautas.