Más de dos millones de kenianos se enfrentan a una “inseguridad alimentaria aguda” de cara a los próximos seis meses como consecuencia de la sequía causada por la reducción de las lluvias en el país, que ha afectado a los cultivos, alertó ayer el Comité Internacional de Rescate (IRC).
Con base en estos datos oficiales, el presidente keniano, Uhuru Kenyatta, ya declaró a mediados de septiembre “emergencia nacional” la sequía que atraviesa el norte del país tras dos estaciones húmedas marcadas por la escasez de lluvia y ordenó la distribución de agua y comida en los condados afectados. Según los últimos datos de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, desde agosto, el acceso limitado a comida -agravado por la pérdida de ingresos y el cierre de mercados por COVID-19- ha dejado a más de 532 mil menores de cinco años sufriendo desnutrición aguda. El difícil acceso a agua potable es la preocupación inmediata, ya que 87% de los condados registran distancias por encima de la media entre los hogares y las fuentes de agua.
LA CIFRA
4% de emisiones mundiales de gases de efecto invernadero provienen de África. Es el continente que menos contribuye al calentamiento global, pero su población sufre desproporcionadamente las consecuencias.