El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió este lunes una tercera dosis de la vacuna contra COVID-19 de la marca Pfizer, tres días después de que las autoridades estadounidenses autorizaran la administración de esas inyecciones de refuerzo para grupos vulnerables.
En un auditorio de la Casa Blanca y con periodistas y cámaras presentes, Biden se remangó una manga de la camisa para que una enfermera le inyectara una dosis de refuerzo, como han recomendado las autoridades del país para los mayores de 65 años, las personas con alto riesgo de padecer la enfermedad y las que se encuentran en entornos de alta exposición al virus.
“Sé que no lo parece, pero tengo más de 65, muchos más, y por eso me pongo hoy mi dosis de refuerzo”, afirmó el presidente, de 78 años.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, en inglés) dieron luz verde el viernes a la administración de una vacuna de refuerzo de Pfizer para unas 20 millones de personas que se pusieron la segunda dosis hace al menos seis meses y estén dentro de los grupos vulnerables.
Biden se puso la segunda dosis de la vacuna de Pfizer el pasado 11 de enero, hace más de ocho meses, por lo que cumplía las condiciones para obtener un refuerzo y lo hizo cuanto antes para animar a más estadounidenses a seguir su ejemplo.
“Las dosis de refuerzo son importantes, pero lo más importante que necesitamos hacer es conseguir que más gente se vacune”, subrayó, no obstante, el presidente.
Alrededor del 25% de la población estadounidense que cumple las condiciones para vacunarse no se ha puesto ni siquiera una dosis, lo que equivale a unos 70 millones de personas y está entorpeciendo la lucha contra la variante delta en el país.
La decisión de Estados Unidos de proceder con las dosis de refuerzo para ciertos colectivos contradice las peticiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que este mes pidió a los países desarrollados que no tomen esa medida al menos hasta diciembre, dada la desigualdad de distribución de dosis en el planeta.
Preguntado al respecto, Biden insistió en que Estados Unidos está “haciendo más que todos los otros países del mundo juntos” por donar vacunas a países en desarrollo, tras adquirir “más de mil 100 millones de dosis” para compartir con otras naciones.
