El Instituto Nacional de Migración (INM) de México informó este martes que de enero a la fecha ha identificado a 34 mil 427 menores de edad, acompañados y no acompañados, que transitaban territorio mexicano en condición irregular.
En un comunicado, el INM señaló que ese flujo de esta población migrante se triplicó con respecto al mismo periodo en 2020 en el que se identificaron a 11 mil 703 menores de edad, acompañados y no acompañado.
Del total, 8 mil 525 viajaban solos y 25 mil 902 en compañía de una persona adulta, principalmente de Honduras, Guatemala y El Salvador.
Respecto al género de la población identificada en lo que va del año, 19 mil 859 son hombres y 14 mil 568 mujeres.
De acuerdo con las entrevistas realizadas a las personas migrantes por agentes federales de migración, “refieren que traficantes de personas les insisten sobre estar acompañados de menores de edad para facilitar su tránsito por México e incluso por Estados Unidos”.
Esto debido al cambio en la Ley de Migración que establece “no alojar a menores de edad, ni sus acompañantes, en estaciones migratorias o estancias provisionales”.
Recordó que a partir del 11 de enero de este año la ley impide al INM albergar en dichas instalaciones a población infantil y a las personas adultas que los acompañan.
También comentaron que los traficantes de personas, llamados ‘polleros’, “les aseguran que existe una amnistía en territorio estadounidense que favorece el ingreso de personas migrantes, aun siendo irregulares y especialmente para quienes van con niñas, niños y adolescentes”.
La ONU pide a México respetar derechos de migrantes
Este martes, tres agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) exigieron a las autoridades mexicanas “respetar los derechos humanos de los migrantes” tras el violento operativo del fin de semana para disolver una caravana de migrantes en el estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala.
El flujo migratorio aumentó en México desde octubre de 2018, cuando caravanas con miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, comenzaron a ingresar al país para llegar a Estados Unidos, por lo que el entonces presidente Donald Trump presionó a México para que los frenara.
Cuando el presidente Joe Biden llegó a la Casa Blanca en enero pasado suspendió el programa “Quédate en México” de su antecesor, que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar su audiencia desde territorio mexicano, miles de los cuales quedaron varados en campamentos fronterizos.
Con ello, el flujo migratorio volvió a repuntar de manera que Estados Unidos detuvo el pasado julio en su frontera sur a 212 mil 672 indocumentados, la cifra más alta en 20 años.