La comunidad de inteligencia de Estados Unidos alcanzó un “amplio acuerdo” de que el coronavirus no fue diseñado como un arma biológica, según el resumen de un informe publicado este viernes.
“Juzgamos que el virus no fue desarrollado como un arma biológica”, afirman las agencias.
Además, la mayoría de las agencias estadounidenses ve poco probable que fuera diseñado genéticamente, como han afirmado sin pruebas sectores conservadores de EU.
Pero la comunidad sigue dividida respecto a los orígenes del virus causante del COVID-19.
Específicamente, cuatro agencias de inteligencia creen que el virus tiene origen animal, aunque tienen una “confianza baja” en esa idea.
Mientras, otra agencia concluye con “confianza moderada” que el primer contagio fue producto de un accidente en el Instituto de Virología de la ciudad china de Wuhan, donde se detectó la enfermedad por primera vez.
El informe asegura que, para llegar a mejores conclusiones sobre el origen del virus, sería necesaria la colaboración del Gobierno chino, al que acusa de “resistirse” a dar información y de “entorpecer” las investigaciones.
No obstante, pese a las críticas a Pekín, Washington afirma que las autoridades chinas “no tenían conocimiento previo del virus antes del brote inicial”, como han alegado miembros del Partido Republicano sin aportar pruebas.
El ya expresidente de EU, Donald Trump, insistió durante meses en que el virus se originó en un laboratorio en Wuhan, lo que provocó fuertes tensiones con China, quien a cambio acusó a Washington de estar detrás de la pandemia.
El sucesor de Trump, Joe Biden, decidió encargar a las agencias de inteligencia un informe sobre los orígenes del virus en mayo, después de que se descubriera que varios investigadores del Instituto de Virología de Wuhan se enfermaron en noviembre de 2019 y tuvieron que ser hospitalizados.
Biden recibió el informe completo a principios de esta semana. El documento completo sigue clasificado y este viernes solo publicó un resumen