China, donde el COVID-19 apareció a finales de 2019 en la ciudad de Wuhan, creía haberlo prácticamente erradicado porque durante meses no hubo ninguna contaminación local.
Pero ahora la variante Delta se está extendiendo por decenas de ciudades en todo el país tras infectar a trabajadores de limpieza de aviones en el aeropuerto de Nanjing.
En Wuhan, la primera ciudad del mundo que fue puesta en cuarentena, el 23 de enero de 2020, los 11 millones de habitantes serán sometidos al test de COVID-19 durante 76 días.
En toda China, el régimen comunista está aplicando medidas radicales similares a las de principios de 2020, con el confinamiento de ciertas ciudades, restricciones a los viajes y controles generalizados.
Por otra parte, la mitad de la población de la Unión Europea está ya totalmente vacunada contra el nuevo coronavirus, según un recuento.
En Australia, los militares se desplegaron en las calles de Sidney, la mayor ciudad del país, que se encuentra en la sexta semana de un confinamiento que se prolongará hasta finales de mes.
Desde mediados de junio se registraron en más de tres mil 600 casos en la ciudad. Sólo un 15% de los 25 millones de habitantes de Australia recibieron dos dosis de la vacuna.