Dos iglesias ardieron en Canadá el miércoles en medio de pedidos para que el Papa pida perdón por los abusos cometidos en internados indígenas, en cuyos terrenos se encontraron 182 tumbas más de niños sin nombre.
La policía dijo que los incendios en las iglesias de Morinville, al norte de Edmonton (Alberta), y la de San Kateri Tekakwitha, cerca de Halifax (Nueva Escocia), están siendo investigados como posibles ataques.
“Lo estamos investigando como sospechoso”, dijo el cabo Sheldon Robb de la Real Policía Montada de Canadá (RCMP), hablando sobre el incendio que arrasó la iglesia de Morinville.
El cabo Chris Marshall, de la RCMP de Nueva Escocia, dijo lo mismo sobre el incendio que dañó gravemente la iglesia St. Kateri Tekakwitha.
El primer ministro, Justin Trudeau, dijo en rueda de prensa que los “horribles descubrimientos” de tumbas sin nombre han obligado a los canadienses “a reflexionar sobre las injusticias históricas y continuas que han enfrentado los pueblos indígenas”.
Trudeau instó a todos a participar en la reconciliación, a la vez que denunciaba el vandalismo y el incendio de iglesias en todo el país.
“La destrucción de lugares de culto no es aceptable y debe detenerse”, dijo.
“Debemos trabajar juntos para corregir los errores del pasado. Todos tienen un papel que desempeñar”.
Estos dos incendios elevan a ocho el número de iglesias en todo Canadá destruidas o dañadas en los últimos días por fuegos sospechosos, la mayoría de ellos en comunidades indígenas.
También el miércoles un grupo de expertos descubrieron, gracias a radares de penetración terrestre, lo que se cree que son los restos de 182 niños de entre cinco y 13 años sin nombre en la antigua Escuela de la Misión St. Eugene, cerca de Crankbrook, en la Columbia Británica, dijo la comunidad indígena de Lower Kootenay en un comunicado.
El nuevo hallazgo se produce después de que se descubrieran en mayo los restos de 215 niños en tumbas sin nombre en la antigua Escuela Residencial Indígena Kamloops, en Columbia Británica, y la semana pasada otras 751 tumbas, también sin nombre, en otro internado, la Escuela Residencial Indígena de Marieval, en Saskatchewan.