Los problemas de contaminación detectados en una fábrica de vacunas anticovid en EU, que obligaron a desechar millones de dosis desarrolladas por Johnson & Johnson, no afectan a la distribución global de estos productos que coordina la Organización Mundial de la Salud (OMS), aclaró hoy este organismo.
“La mayoría de la producción de Johnson & Johnson no está en el lugar donde se ha producido la emergencia, grandes volúmenes de vacunas que siguen produciéndose en factorías de Países Bajos, Bélgica y otros lugares de EU”, señaló en rueda de prensa la responsable de productos sanitarios de la OMS, Mariangela Simao.
La experta de la OMS añadió que el incidente en la fábrica de Baltimore (este de EU) prueba que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) es estricta en la calidad y las buenas prácticas de las vacunas contra la COVID-19.
“Felicitamos a la FDA por ser cuidadosa en sus inspecciones y suspender la producción, recomendando la incineración de las dosis”, subrayó la responsable de la OMS.
La FDA no dio cifras de cómo afectó el problema de la fábrica, que también fabricaba vacunas para AstraZeneca, aunque la prensa estadounidense calculó que se tuvieron que desechar unos 60 millones de dosis.