La caída de una cabina de teleférico provocó la muerte de 14 personas en Stresa, localidad de la región italiana del Piamonte, a orillas del lago Mayor, según los servicios de rescate.
Después de ofrecer un “balance definitivo” de 13 muertos, los servicios de rescate anunciaron poco después que uno de los dos menores heridos graves, un niño de nueve años, no pudo sobreponerse de sus heridas y falleció.
El presidente italiano, Sergio Mattarella, y el primer ministro Mario Draghi expresaron su “profundo dolor”.
El accidente se produjo a 100 metros de la última estación del teleférico y pudo deberse a la rotura de un cable, provocando la caída de la cabina con 15 personas en su interior.
El popular teleférico conecta en 20 minutos el pueblo de Stresa con el monte Mottarone, que culmina a casi mil 500 metros y ofrece una vista espectacular de los Alpes y del lago Mayor.
La fiscalía de Milán abrió una investigación por homicidio involuntario y lesiones por negligencia. El teleférico estuvo cerrado entre 2014 y 2016 por trabajos de mantenimiento.
El presidente de Liguria, región vecina del Piamonte, lamentó una “tragedia absurda” en un momento en que Italia aprovecha el desconfinamiento tras meses de restricciones sanitarias.
Varios accidentes letales de teleféricos, telecabinas o funiculares se han producido en los últimos 50 años en Europa.
El último remonta al 5 de septiembre de 2005, cuando un bloque de cemento de 800 kilos se desprendió del helicóptero que lo transportaba y cayó sobre un teleférico cerca de Solden, en el Tirol austríaco, provocando la muerte de nueve esquiadores alemanes.
En Italia, el 3 de febrero de 1998, un avión militar estadounidense seccionó el cable de un teleférico en Cavalese, estación de esquí de los Dolomitas, causando la muerte a los 20 pasajeros de la cabina. En esa localidad en 1976, la ruptura de un cable había provocado la caída de una cabina, dejando 42 muertos.