* Jenny Ashley, autora de “Mujeres ocultas”, exposición fotográfica montada en el vestíbulo de El Cubo del Centro Cultural Tijuana, conversó en línea con integrantes de la colectiva Plumas Sororas.
Semanario Balún Canán/ TIJUANA, B. C., (SBC).- El conversatorio “Narrativa visual feminista” fue el vehículo para que la artista estadounidense Jenny Ashley charlara con una colectiva de jóvenes tijuanenses sobre temas de feminismo y su exposición “Mujeres ocultas”, que exhibe el Centro Cultural Tijuana, institución de la Secretaría de Cultura.
La artista visual e investigadora especializada en teoría feminista, estudios de género y voces de resistencia, conversó en línea con tres integrantes de Plumas Sororas, colectiva feminista interseccional que busca fortalecer las redes de apoyo entre escritoras y mujeres a partir del intercambio de textos, comentarios y puntos de vista.
Nayeli Miranda, de Plumas Sororas, explicó que en este proyecto “lo que más interesa es expresarnos y validar nuestros pensares y sentires, tomar nuestras experiencias y hacerlas válidas, porque a veces nos dicen que no lo son, de modo que vemos el activismo y el arte como una oportunidad de posicionarnos en el mundo público”.
Precisó que esta colectiva busca construir un espacio de encuentro donde las palabras hermanen a las mujeres por medio de la creación y publicación de diversas formas de expresión, al tiempo que realizan talleres y conversatorios.
Sobre los fanzines, revistas artesanales recurrentes en la producción de esta agrupación, Karen Fausto expresó: “Los textos surgen de nuestras propias experiencias que toman forma en poemas, minificciones, ensayos cortos, crónicas, fotografía, ilustraciones y dibujos, con los cuales cada mujer se expresa a partir de lo que siente, de forma completamente artesanal”.
En la charla, Alo García planteó que como colectiva “estamos a favor de múltiples luchas: la anticapitalista, anticlasista, antirracista y contra toda manifestación de fobia dirigida a la comunidad LGBT+, de suerte que como postura política podemos considerar que tenemos una base radical”.
“Compartimos un posicionamiento de arte subversivo”, añadió, “tenemos que darle prioridad al mensaje que busca transmitir la autora, sobre cuál es la forma en la que se presenta su obra y cuál es el valor que se le puede dar”.
Tras escuchar a sus interlocutoras, Jenny Ashley preguntó sobre la influencia del feminismo en su labor creativa, a lo que Nayeli Miranda respondió “que a partir del feminismo puedo validarme y me ayuda a ver mis vivencias como aceptables y válidas para escribir y crear, siento que el feminismo me ayuda a liberarme”.
Por su parte, Karen Fausto puntualizó: “El feminismo me ha permitido validarme como disidente sexual; antes era más difícil, había mayor presión social, pero ha sido un proceso progresivo de liberación; he convivido con las chicas de Plumas Sororas y me doy cuenta que hay muchas mujeres que han estado escribiendo pero que no se escucha su voz ni se les da oportunidad ni espacio”.
Al preguntar a Jenny Ashley sobre su exposición “Mujeres ocultas. The Lampshade Project”, montada en el vestíbulo de El Cubo, la artista señaló: “Cada fotografía es como la escena de un cuento donde la mujer es la protagonista en su propia casa, pero ese escenario es el que también contiene o sujeta a la mujer, que se encuentra atrapada en su propia casa por las trampas del sexismo la objetivación y la domesticidad”.
Al narrar el origen de esta exposición, Ashley, profesora de la Universidad Estatal Politécnica de California en San Luis Obispo, dijo que “Mujeres ocultas” empezó como un autorretrato: “Yo era la mujer-esposa que había estado silenciada durante casi 20 años, atrapada en una casa, con una relación controladora, siempre tratando de ser buena y complaciente con quedarme y someterme”.
Sobre el proceso interior que le llevó a crear las composiciones fotográficas de esta exposición, Ashley confesó a sus interlocutoras: “Soy yo a través del arte; esencialmente, en cada una de esas fotografías la mujer que aparece en ellas soy yo, pero también es la historia de muchas mujeres que están en relaciones patriarcales donde su identidad se vuelve secundaria y servil”.
“Veo que las mujeres se han conformado con sus roles de género heteroformativos esperados, cuyo propósito es complacer al hombre sexual y domésticamente, pero en definitiva debe quitarse la pantalla de la cabeza” en alusión al título completo de su exposición “Mujeres ocultas, The Lampshade Projetc” en la cual cada figura aparece, en efecto, escondida detrás de la pantalla de una lámpara, como si fuera un elemento más de la decoración del hogar.