TIJUANA BC (SBC).- México tiene suficiente capacidad hídrica para resolver cuando menos el cincuenta por ciento de la demanda de energía a través de las presas que producen energía eléctrica, señaló el maestro Jesús Ruiz Barraza, Rector de la Universidad de Tijuana CUT.
En su participación en el Foro Noroeste: Desarrollo Regional, Economía Solidaria e Innovación Social con el tema Energías Renovables y Desarrollo Sostenible, agradeció a los expositores doctor Nahuel Oddone, doctora Joselyn González Troncoso, al licenciado David Muñoz Andrade y al doctor José María Ramos por aceptar compartir su experiencia y conocimiento en este espacio académico
En este Foro se habló sobre las energías limpias o renovables y su impacto en el desarrollo sostenible de México, si bien en el discurso público se habla de la energía eólica y solar hay otras energías igualmente limpias, indicó el maestro Ruiz Barraza.
En el caso de México, la principal fuente de energía es la hidroeléctrica por lo que en la Ley Energética que propone el presidente Andrés Manuel López Obrador se privilegia a la energía producida por las grandes presas mexicanas.
El maestro Jesús Ruiz Barraza se refirió a las principales presas productoras de electricidad que se tienen en México como son el caso de Nayarit, Guerrero y Chiapas. La presa de Chicoasén, construida en el gobierno de Luis Echeverría Álvarez fue una importante obra que impulsó el desarrollo del país en los últimos cincuenta años.
“Es la cuarta presa de su tipo en el mundo y sólo tiene instalaciones para el Chicoasén I pero con capacidad para el Chicoasén II, con lo que le puede dar energía a la península de Yucatán que en este momento está careciendo de ella”, expuso el especialista en Historia.
El problema en México, en materia de energía eléctrica, es que en cada temporada de lluvias se registran inundaciones en Tabasco y Chiapas. En la administración de Vicente Fox, las torrenciales lluvias provocaron la desaparición de un pueblo entero en Chiapas, mientras que López Obrador “él tuvo que ordenar que abrieran las compuertas de Peñitas porque si no iba a causar un problema más grave en la cuenca del río Grijalva, por lo que con todo el dolor de su corazón inundó su pueblo y sufrió mucho la población de Tabasco”, señaló el Rector del CUT.
Mencionó que en la gestión de Fox Quezada se les dio la concesión a las empresas de energía eólica españolas del Istmo de Tehuantepec, que incluía “contratos amarrados” en los que toda la energía que produjeron la tendría que comprar la Comisión Federal de Electricidad.
Las cinco presas de Chiapas daban suficiente energía para el sureste del país, el sur de Veracruz, parte de Oaxaca y para abastecer al cincuenta por ciento de El Salvador, Guatemala y Honduras, pero con la decisión de Vicente Fox las presas fueron desatendidas y se abandonó la producción de energía hidroeléctrica hasta reducirla apenas por arriba del treinta por ciento de su capacidad instalada.
El proyecto de reforma energética que propone el presidente Andrés Manuel López Obrador incluye, por un lado, modernizar las presas que producen energía eléctrica y, por otra parte, potencializarlas.
“No es un capricho, es darle preferencia a la energía que ya tenemos con instalaciones suficientes que ocupan ser rehabilitadas”, explicó el Rector del Sistema CUT al apuntar que los ríos del Papaloapan y Pánuco prácticamente no producen energía eléctrica, por lo que entre ambos sería suficiente para dotar del servicio eléctrico a Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Veracruz, San Luis Potosí y Zacatecas.
También recordó dos importantes programas que surgen en el periodo de 1970 a 1976: uno es el Hidráulico Integral del Noroeste y, el otro, el Hidráulico Integral del Golfo. El primero contemplaba construir presas en los ríos que desembocaban en el norte de Nayarit y otros dos que desembocaban al sur de Sinaloa. Los cuatro ríos siguen vertiendo el agua al mar.
Explicó que la pendiente de estos ríos es muy pronunciada, inicia en la sierra de Durango, y se planeaba construir las presas para convertirlas en hidroeléctricas, incluía un canal que trajese agua hasta el norte de Sonora para dotar de agua a una gran cantidad de tierras agrícolas fértiles. “Era un gran proyecto de Luis Echeverría, para lo cual dejó el petróleo a José López Portillo quien se comprometió a cumplir con este programa y no lo hizo”.
Con el programa Hidroeléctrico Integral del Golfo contemplaba al Cutzamala para darle agua al Valle de México y evitar las perforaciones que estaban prohibidas por tratarse de una zona asentada sobre una laguna. Se construyó la primera fase con Luis Echeverría, pero con el cambio de gobierno federal se abandonó también este programa.
Tampoco se construyeron las presas del Pánuco y Papaloapan lo que permitiría llevar agua a la zona semidesértica de San Luis Potosí, Nuevo León, Zacatecas, y crear así un emporio agrícola muy importante. Esto se debió, no por voluntad de José López Portillo, sino que en ese tiempo los Estados Unidos presionó para que México no se convirtiera en un estado industrial.
El maestro Jesús Ruiz Barraza reiteró que en el gobierno de López Portillo no hubo continuidad de los programas, tampoco apoyó la presencia de Jesús Reyes-Heroles como Secretario de Gobernación, quien, debido a sus diferencias con Luis Echeverría, se encargó de echar abajo todos los proyectos de la anterior administración federal.
En el gobierno de López Portillo se entregó el petróleo a Texas, en virtud del boicot que los países productores le habían impuesto por la Guerra del Yom Kippur. “Así que México salvó a Estados únicos con la venta del petróleo y con ello recuperar su reserva estratégica”, señaló el también especialista en Ciencias Políticas.
Destacó que si se hubiera cumplido con los programas del 70-76, México estaría cuando menos al nivel de Corea, de ahí viene la campaña sucia contra Echeverría, porque era el ejemplo más puro de un gobierno con una enorme visión, al dotar al país de los cuatro elementos centrales que se requieren para ser una potencia industrial que son acero, energía, petroquímica y fertilizantes.
“Japón sin tener todo eso se convirtió en potencia industrial, de manera que México era una seria amenaza para Estados Unidos”, señaló.
Nahuel Oddone
La intervención del doctor Nahuel Oddone, jefe de Promoción e Intercambio de Políticas Sociales Regionales del Instituto Social del Mercado Común del Sur (Mecosur), con sede en Paraguay, hizo mención de la cooperación transfronteriza en el Cono Sur, haciendo especial énfasis en dos proyectos hidroeléctricos: uno es el de la empresa binacional de energía del Itaipú que se comparte entre Paraguay y Brasil, la otra es Yacyreta ubicada entre Paraguay y Argentina.
Ambas empresas cumplen un rol fundamental en el desempeño energético de los países del Cono Sur, en cuanto a su relación transfronteriza en las actividades hidroeléctricas.
Hoy el tema de las fronteras se mantiene en constante debate, sostuvo el doctor en Estudios Internacionales al precisar que también forma parte de las agendas públicas de los gobiernos, toda vez que el cierre de las fronteras, a raíz de la pandemia por coronavirus, hace que el tema fronterizo cobre más relevancia para llevar a cabo políticas de gestión integrada fronteriza.
En el Cono Sur se tienen otras variables importantes que sin duda son relevantes en otros contextos de frontera, que se alinean con la agenda 2030 y con el desarrollo sostenible fronterizo. También se requiere una organización transfronteriza que atienda las necesidades de las personas que habitan este territorio, así como la protección de bienes transfronterizos, lo que se vincula con las cuencas hídricas transfronterizas y con la explotación de estos recursos.
En el caso de estas dos empresas binacionales dedicadas a la extracción de energía hidroeléctrica no sólo con relación a los países involucrados, sino con las distintas poblaciones en función de su desarrollo fronterizo tanto al interior como al exterior de cada nación.
El doctor Oddone explicó que estas dos presas hidroeléctricas son pieza clave para el desarrollo transfronterizo del Cono Sur, particularmente la represa binacional de Paraguay y Brasil, la de Itaipú, en la frontera con el río Paraná, con un desnivel de 120 metros de caída, fue considerada como la represa más grande del mundo con una producción acumulada de 2.5 mil millones de megawatts.
La construcción de Itaipú se dio como resultado de una maniobra diplomática que buscó evitar un conflicto entre Paraguay y Brasil sobre una cuestión limítrofe, esta alianza de mediados de la década de los sesenta contemplaba el acuerdo de ambas naciones para el aprovechamiento hidroeléctrico del río Paraná que, posteriormente, se traduciría en la firma del tratado de Itaipú que aún se mantiene vigente.
La zona de la represa de Itaipú se trata de un área que incluye varias inclusiones interesantes vinculadas con el desarrollo en un sentido holístico con la presencia de un parque tecnológico, la Universidad Federal de Investigación Latinoamericana, oficinas del centro brasileiro de apoyo a la micro y pequeña empresa, entre otras instituciones relacionadas con el desarrollo económico y social de ambos países.
La central hidroeléctrica de Yacyretá, es un conjunto de obras civiles realizadas entre Argentina y Paraguay, instalada en la isla del río Paraná con la finalidad de transformar la energía hídrica en eléctrica. La producción anual de la central se incrementó al 37.7 por ciento; entre 1990 a 2011 trabajó sólo al sesenta por ciento de su capacidad máxima de producción debido a obras pendientes, pero hoy en día lo hace al cien por ciento. De aquí el Paraguay sólo consume entre el 10 y el 13 por ciento de energía, el consumo mayor lo obtiene de Itaipú.
Yacyretá es una represa más joven, inaugurada en la década de los noventa, opera con 20 turbinas, pero su antecedente histórico data de 1920 con la firma de un primer protocolo que fueron los primeros avances en estudios de factibilidad.
En opinión del doctor Nahuel Oddone estas dos represas son obras de gran envergadura construidas en otro contexto y que tanto Itaipú como Yacyretá en sus inicios surgieron algunas críticas en función del impacto ambiental, pero de gran importancia para la historia regional del Cono Sur por el servicio de abastecimiento energético que se brinda a los países involucrados.
Jocelyn González Troncoso
La doctora Jocelyn Citlali González Troncoso, profesora de la Facultad de Economía y Relaciones Internacionales en la UABC, abordó el tema de Energías Renovables y Desarrollo Sostenible, a partir de los retos y las oportunidades que representa el sector energético para Baja California.
“Desde este Foro, tenemos como objetivo examinar las oportunidades y los retos de las energías renovables y sobre todo el impacto que tienen en el desarrollo fronterizo bajo un contexto transfronterizo”, expuso Jocelyn González.
Este nexo de energía y desarrollo es imprescindible para el bienestar de la población y la gobernabilidad en Baja California, de ahí la importancia de las relaciones y dinámicas entre los agentes gubernamentales, no gubernamentales y academia, así como de la sociedad civil entre otros actores vinculados a la calidad de generadores, consumidores, proveedores, investigadores y consultores.
Esta interrelación se logrará a través de una coordinación eficaz que organice y fortalezca estas interacciones y alianzas entre los actores clave del sector energético tanto a interior de Baja California como a nivel federal, que facilite no sólo una dinámica funcional entre los actores involucrados, sino que destaque la importancia de las capacidades de gestión, infraestructura, normativas-regulatorias, institucionales, financieras y humanas.
González Troncoso precisó que también serán necesarios elementos estratégicos, de coordinación y cooperación, pero sobre todo de liderazgo tanto de los organismos gubernamentales como intergubernamentales para alcanzar el desarrollo renovable de Baja California, tal como ya sucede en Sonora, Yucatán, Querétaro.
“Veo muchas oportunidades en este sentido, si encontramos la manera de superar las debilidades y neutralizar las amenazas, para convertirlas en fortalezas”, finalizó la académica e investigadora.
David Muñoz
El siguiente ponente fue David Muñoz Andrade, director Ejecutivo en la empresa Diurna Energy y exdirector General de la Comisión de Energía de Baja California, dirigió el desarrollo del primer parque eólico en el norte de México con el Parque Eólico Rumorosa I y creador del programa Tu Energía.
Al inicio de su exposición hizo referencia a que el Consejo Mundial de Energía identifica cuatro elementos en la transición energética actual que son descarbonizada, descentralizada, digitalizada y disruptiva. También planteó algunos ejemplos de esta transición energética que se están danto en México y particularmente en Baja California.
En el caso mexicano, este mismo Consejo Mundial da a conocer periódicamente el Trilema energético, encargado de medir el suministro y el consumo energético sostenible en beneficio de las personas en base a las fuentes de energía renovable y no renovable, seguridad del suministro, equidad social y la mitigación del impacto ambiental.
En México, en los últimos 20 años, en materia de equidad energética, se mide tanto por el acceso a la energía eléctrica como la accesibilidad. En esto, el papel desempeñado por la Comisión Federal de Electricidad ha sido fundamental para llevar el servicio del suministro eléctrico a más del 98 por ciento de la población mexicana, pese a que sigue habiendo comunidades aisladas en la sierra de Chihuahua, de Durango, e incluso en Baja California que carecen de luz en sus hogares o comercios.
En el tema de las oportunidades, David Muñoz resaltó la necesidad de invertir en las grandes centrales hidroeléctricas del país, lo que ya se ha mencionado en los programas de inversión de la CFE sobre el enorme potencial geotérmico que hay en México, incluso en la micro y mini hidroeléctrica aquí en Baja California.
“Hay un extraordinario potencial de recursos locales y nacionales que deberían ser priorizados e integrados en estrategias de gobierno para lograr esta meta”, apuntó el especialista certificado en Innovación Energética y Tecnologías Emergentes por la Universidad de Stanford.
Sobre la integración transfronteriza, mencionó el caso de la red eléctrica en Texas que, si bien su sistema de gasoducto es transfronterizo tanto en Estados Unidos como Norteamérica, no es así en cuanto al sistema eléctrico de Texas; este sistema está aislado cuenta con limitadas conexiones de poca capacidad para situaciones específicas por lo que este aislamiento le ha costado miles de millones de dólares en pérdidas.
Lo positivo de esta red eléctrica es que también beneficia a la parte norte de Baja California que incluye Santa Rosalía, San Quintín, Ensenada, Tijuana, Mexicali y San Luis Río Colorado están integrados a lo que se conoce como una de las maquilas más sofisticadas y grandes del mundo, es decir, al sistema eléctrico interconectado con el oeste de Estados Unidos y de Norteamérica.
Esta interconexión tiene dos puntos de conexión en Baja California, uno en Tijuana y el otro en Mexicali, pero además hay empresas que importan energía eléctrica a la entidad, mientras que otras la exportan a California como son el caso de la Termoeléctrica de Mexicali y el Parque Eólico Sierra de Juárez.
En la década de los ochenta, la misma CFE se integró a este sistema eléctrico al exportar a California energía geotérmica excedente en temporada de invierno. Hoy ese intercambio de energía está siendo bien aprovechado por la misma paraestatal, así como por empresas binacionales que operan en ambos lados de esta frontera con Baja California.
Desde 2014, el operador del sistema de California (CAISO) trabaja en la implementación de un sistema de equilibrio del mercado en Baja California, para optimizar el uso del parque de generación disponible e incrementar el potencial de aprovechamiento de fuentes renovables de energía como la eólica y la solar.
Un ejemplo de estas empresas es el caso de Powerex, subsidiaria de comercialización de energía dedicada a la compra y venta de productos y servicios de electricidad, gas natural y energía ambiental en el oeste de América del Norte.
Esta interacción entre estas empresas y autoridades, mencionó David Muñoz, ha dado como resultado más de mil millones de dólares de beneficios brutos desde su inicio en 2014 a enero 2021, también ha tenido un impacto en donde la intensidad de emisiones de gas efecto invernadero se ha reducido año con año desde su creación.
“Es un ejemplo de algo que ya se puede implementar, es un hecho público que el Centro Nacional de Control de Energía inició en los procesos para integrarse y participar”, sostuvo Muñoz Andrade al preciar que no se han dado los siguientes pasos para ponerlo en acción lo significaría que podría integrar de una manera más renovable para el desarrollo de Baja California.
Hay otros ejemplos menores de esta transición energética actual descarbonizada, descentralizada, digitalizada y disruptiva, se pueden implementar en beneficio de la sociedad, porque el contar con un sistema energético robusto, seguro, competitivo, si no trae beneficios a sus usuarios no cumple con su propósito.
En este sentido, David Muñoz se refirió a un par de pequeñas empresas localizadas en Baja California que son un buen ejemplo de aplicación real de esta transición energética. Se trata de una micro red de servicios energéticos que se desarrolló con el liderazgo del a Universidad Autónoma de Baja California, con la Comisión Estatal de Energía de Baja California, la Universidad de Chile, el Fondo de Transición Energética, así como con la participación del Ejido Matomí, mejor conocido como Puertecitos, donde se integró un sistema de generación híbrido con sistema fotovoltaico eólico, baterías, para dotar a esta comunidad con energía eléctrica.
Este mismo modelo, destacó Muñoz Andrade puede ser aplicado en otras comunidades aisladas alrededor del país, en islas donde la energía puede no ser muy confiable o puede llegar a ser muy cara, pero que puede representar enormes retos para los pobladores.
En Baja California se tiene el caso de Isla de Cedros donde opera un generador a base de diésel que no sólo es caro, sino que afecta a la calidad de vida y al medio ambiente.
Otro ejemplo de colaboración transfronteriza y de transición energética de vida alterna con el que se cuenta en Baja California es Grid Alternatives, se ubica en los municipios de Tijuana, Tecate y Ensenada en donde una organización que promueve la instalación de sistemas fotovoltaicos distribuidos, integrados con baterías, para electrificar y dar acceso a esta tecnología a usuarios que de otra manera no la tendrían. Para lograrlo incorporan la capacitación de los técnicos instaladores fotovoltaicos, un componente necesario para una transición energética exitosa.
Un caso más es GeoKeri, empresa mexicana dedicada a la geotermia, no sólo se ha dedicado a hacer exploración geotérmica a nivel nacional, sino que ha tenido especial énfasis en Baja California para una central como es el caso de Cerro Prieto o de la central de los Meros, sino propone aplicaciones más pequeñas, distribuidas y enfocadas a resolver una problemática puntual que podrías ser la desalinización de agua o la deshidratación de alimentos.
Todos estos son ejemplos pequeños con resultados muy positivos que deberían ser más conocidos, subrayó David Muñoz al mencionar que ir en contra de esta transición energética o de estos cambios en los sistemas energéticos “nos costaría más caro y estaríamos desperdiciando una gran oportunidad para el desarrollo de la región y del país”, concluyó.
Las conclusiones de esta quinta edición del Foro Noroeste estuvieron a cargo del doctor José María Ramos González, Profesor-Investigador de El Colegio de la Frontera Norte, mientras que las palabras de agradecimiento a los invitados especiales y la clausura fueron emitidas por el Rector del Sistema CUT Universidad, maestro Jesús Ruiz Barraza.