Disertan sobre la cosmovisión de pueblos originarios en redes sociales del CECUT

* Antiguas leyendas preservadas por transmisión oral contienen elementos de la visión ancestral del cielo, asegura el investigador Martín Domínguez Núñez.

TIJUANA, B.C (SBC).- Con tres milenios habitando la península norteña, dos pueblos desarrollaron una cosmovisión muy semejante a la de otras civilizaciones, explicó el investigador Martín Cuitzeo Domínguez Núñez en la conferencia “La harina en el cielo. Representaciones, prácticas y saberes astronómicos de las familias pa ipai y ku’ahl” transmitida este miércoles 18 de agosto en la cuenta de Facebook del Centro Cultural Tijuana, organismo de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.

Esta charla de periodicidad mensual fue moderada por el coordinador del Programa de Pueblos Originarios y Comunidades del Cecut, Oswaldo Cuadra, y contó con la participación de dos de los colaboradores de la maestra Iraís Piñón, cuyo nombre designa este ciclo de conferencias dedicado a la difusión de temas referidos a los pueblos indígenas y migrantes de la frontera norte.

Así, la cantora y maestra de pa ipai Delfina Albañez Arballo, Premio Nacional de la Juventud 2006 en la rama Educación, Preservación y Desarrollo Cultural, junto con Kenneth Eduardo Reza, heredero también del oficio de cantor en lengua yumana, acompañaron desde su comunidad al Dr. Domínguez Núñez en la conferencia.

“Cuando era estudiante de arqueología, hace 18 años, un día llegó a la Escuela Nacional de Antropología e Historia en la Ciudad de México un carrito de Conaculta con venta de libros, donde compré ‘Relatos pa ipai’ y quedé fascinado con esas historias; fue mi primer acercamiento con estos pueblos”, relató el investigador.

Tras recordar la hospitalidad y el trato amable que familias de estos dos pueblos le brindaron cuando decidió estudiar sus orígenes de forma presencial, durante visitas continuas a la región de Ensenada desde 2016, el conferenciante señaló: “Kenneth, Delfina y su abuelita Adelaida me enseñaron muchas cosas, los siento parte de mi familia y siempre se los voy a agradecer por esos viajes que hicimos”.

Doña Adelaida narró al académico la historia de cómo se creó la Vía Láctea según los relatos antiguos: “Llevaban amarrados unos sacos de harina entre las sillas de unos carros (que surcaban el cielo); (los conductores) dijeron, vamos a hacer una carrera a ver quién gana y cuando voltearon para ver ya no llevaban nada, todo se tiró (en la carrera), por eso están en el cielo las huellas de esa harina”.

“Las familias pa ipai y ku’ahl pertenecen a la rama lingüística yumana y habitan en Baja California desde hace por lo menos tres mil años”, sentenció el Dr. Domínguez Núñez al explicar: “eran antiguas sociedades cazadoras-recolectoras que desde la llegada de los dominicos a esta región en 1790, que fue muy tardía en comparación con el resto del país, han estado en interacción con el mundo exterior, resistiendo y creando una cultura muy particular”.

Estas familias están agrupadas en linajes y a diferencia de los pueblos del sur de México, como nahuas u otomíes, no forman una unidad o comunidad, viven en el municipio de Ensenada, en los valles que rodean la Sierra de Juárez, entre Ojos Negros y el Valle de la Trinidad, aunque la mayoría se ubica en Santa Catarina.

Hay un linaje distinto al de la familia pa ipai, que comparte comunidad y territorio, pero cuyos miembros se autodenominan ku’ahl, “por ello identifiqué algunas diferencias que proceden básicamente de formas lingüísticas y conceptos de la construcción celeste”, explicó Domínguez Núñez.

“Los conocimientos que más recuerdan estas comunidades tienen que ver con el cielo y esto puede apreciarse en las pinturas rupestres encontradas en la región; ejemplo de ello es la figura antropomorfa de color rojo conocida como El Diablito, localizada en la región de Santa Catarina, que se ilumina mediante un triángulo de luz que aparece junto a ella el día del Solsticio de Invierno”, reveló el investigador al mostrar una serie de fotografías del lugar.

El Dr. Martín Domínguez estableció que estos pueblos consideran que “el cielo y la tierra sufren procesos de desgaste; lo que conecta con lo que ha sucedido históricamente, las familias pa ipai han perdido sus tierras y aunque han logrado recuperarlas, estos procesos se ven reflejados en su concepción del cielo y entienden que esta violencia está en su visión de la bóveda celeste”.

En su charla, el arqueólogo expuso que la astronomía cultural es la disciplina que estudia los conocimientos astronómicos y las representaciones populares de los astros y la Luna propios de los pueblos originarios, y esta materia maneja un concepto fundamental que se llama “paisaje celeste”, el cual en el caso de los pa ipai y los ku’ahl posee gran significado.

El estudioso de estos pueblos originarios de la península recordó otras historias que los ancianos pa ipai le contaron, por ejemplo, “el día que el cielo se incendió, cuando un fuego enorme que iba a quemarlo todo los hizo encerrarse en sus casas mientras una anciana lo iba apagando”; también refirió lo que los jóvenes hacían al contemplar un eclipse: “creíamos que a la Luna se la comía un monstruo y hacíamos mucho ruido con palos y ollas para espantarlo”.

Buena parte de la charla estuvo dedicada a las historias del cielo pai ipai: “los cometas anunciaban la guerra, según me contó doña Daria Mariscal; Kenneth me habló de los tres borregos en el cielo y la del flechador, una estrella roja que los persigue; don Juan Albañez contaba aquella de las estrellas hijas del tecolote y cómo el coyote mató al papá de las siete doncellas muy hermosas y ellas lo hicieron subir al cielo y lo tiraron”.

En su participación, Delfina Albañez, maestra del Programa de Cultura Comunitaria del Cecut, explicó: “es muy importante para nosotros ser indígenas pa ipai, ese nombre significa, ‘gente viva’, ‘gente inteligente’; las estrellas, el Sol, la Luna son centrales en nuestra visión del cielo, el cometa nos anuncia enfermedades o muerte y la mayoría de nuestros cantos hablan del Sol y de la Luna”.

A su vez, Kenneth Eduardo Reza, joven pa ipai, reafirmó: “los astros te hablan de cómo va a cambiar el clima, también en el cielo están plasmadas nuestras historias como la de las Cabrillas, siete estrellas, siete bellas hijas del tecolote, a las que un coyote perseguía, se escondieron de él y ahora anuncian el fin del frío y la llegada del verano”.

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