TIJUANA BC (SBC).- Quizá el objetivo final no se haya alcanzado, pero para Manny Barreda, los años que pasó en Ligas Menores en la lucha por completar su sueño de jugar en Grandes Ligas, forman uno de los mejores capítulos de su vida, con recuerdos y experiencias que con gusto volvería a vivir.
El derecho nació en Sahuarita, Arizona y a los 19 años inició su carrera en la pelota profesional al ser tomado por Yankees de Nueva York en la ronda doce del Draft del 2007.
“Lo que más recuerdo de mis años en Ligas Menores fueron todas las experiencias de viajar en camión tantas horas, lo difícil que fue a veces para mi encontrar comida o un departamento donde vivir, todas esas experiencias que te van formando y te hacen apreciar lo que tienes hoy en día”, comentó en entrevista vía telefónica.
Luego de pasar por la Liga de Golfo para novatos, Barreda fue asignado a la sucursal A, con Yankees de Staten Island, donde disfrutó de jugar beisbol muy cerca de la “Gran Manzana”.
“Muy bonitas experiencias también sobre las ciudades en las que jugué, ya que me tocó jugar en Nueva York, donde el estadio está justamente a un lado del Río Hudson y atrás se veía la estatua de la Libertad, estábamos muy cerca de Times Square, la verdad muy bonitos recuerdos”, agregó.
El estadio es el Richmond County Bank Ballpark y se encuentra justo en el límite estatal de Nueva York con su vecino Nueva Jersey y en ese inmueble, por su cercanía con la gran urbe, es común ver a las grandes estrellas de Yankees cumpliendo con duelos durante su etapa de rehabilitación por alguna lesión.
“Es una organización con tanto prestigio y pude ver a muchos peloteros que venían a rehabilitarse con nosotros como Derek Jeter, Jorge Posada, Alex Rodríguez, Jason Giambi y todas esas estrellas con las que a veces me tocaba compartir el terreno de juego por uno o dos días; la verdad son experiencias que nadie me las va a quitar y son recuerdos muy bonitos de como crecí como pelotero”, recordó.
Esa estancia en Nueva York, le llegó a Barreda a los 21 años y coincidió con el arribo al equipo de un joven de 17 años de nombre Gary Sánchez, quien fue su compañero en Staten Island y también con River Dogs de Charleston, otra sucursal de los “Bombarderos del Bronx” de categoría A.
“Gary Sánchez me tocó vivir con él una temporada entera, me acuerdo que él era el más chico del departamento y yo de los más grandes de edad, entonces me decían que lo cuidara, pero ¿cómo? si él era el estrella y al final de cuentas él iba a hacer lo que quisiera, pero me decían “Cuida a Gary que no tome mucha soda, que no consuma mucha comida chatarra”, pero pues yo que le podía decir”, explicó.
Delin Betances fue otro pelotero que fue compañero de cuarto de Manny Barreda y un año después alcanzó las Grandes Ligas para jugar ocho campañas con Yankees, antes de ser canjeado a Mets de Nueva York apenas al final de la campaña 2019.
Barreda se mantuvo luchando en la organización de Yankees hasta el 2013, para luego pasar a Cerveceros de Milwaukee donde jugó en nivel AA con Shuckers de Biloxi en 2015, una escuadra en la que también militaron jóvenes que ahora brillan en la “Gran Carpa” como Josh Hader y Orlando Arcía.
“En una temporada con Cerveceros de Milwaukee, éramos cuatro los que vivíamos en un apartamento; de esos cuatro, tres llegaron a Grandes Ligas y el único que no llegó fui yo; al final del año los tres iban a Grandes Ligas y yo iba para mi casa, pero tengo recuerdos muy bellos que de ese tiempo”, aseguró.
ÚLTIMO INTENTO Y EL TÍTULO DE TOROS
Barreda “no quitó el dedo del renglón” y su más reciente intento de cumplir el sueño de todo beisbolista fue en 2017, cuando, luego de lanzar el juego sin hit ni carrera con Toros de Tijuana en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) fue llamado por Bravos de Atlanta para reportar a su sucursal de Gwynnett en Triple A.
“Otro compañero con el que me tocó compartir habitación fue Ronald Acuña, ya que fui “roomie” de él una temporada y unos días en “Spring Training” fuimos compañeros y ahora Ronald es un súper estrella en Grandes Ligas”, indicó.
Esa última aventura le costó al diestro perderse el campeonato de Toros de Tijuana, ya que aunque inició la campaña con el equipo fronterizo, al final terminó el año en el estado norteamericano de Georgia en un último intento por jugar al máximo nivel.
“Fue una temporada muy buena para todos y fue muy difícil irme a buscar esa meta que era llegar a Grandes Ligas; yo hable ese año con la directiva de Atlanta, les dije que si ellos en realidad no tenían planes para mí de llegar a Grandes Ligas, si yo nada más iba a tomar el puesto de alguien para cubrir un hueco que prefería quedarme en Tijuana”, explicó.
La directiva de Atlanta le confirmó que existían planes para que subiera a Grandes Ligas y que sólo tenía que demostrarlo en nivel Triple A y así lo hizo al recopilar récord de 3-1 con hermética efectividad de 1.83 con un juego completo y 33 chocolates en siete aperturas.
“Fue bastante decepcionante porque hice tan buena temporada con ellos y no me llamaron; yo veía que aquí en Tijuana avanzaban y al final ganaron el campeonato, así que fue muy triste no estar aquí, pero lo que pasó no lo cambio por nada porque son oportunidades que vienen una vez en la vida y esa era mi mejor oportunidad de llegar a Grandes Ligas”, recordó.
Ahora, a tres años de ese último intento y con 32 años de edad, Barreda voltea al pasado y encuentra tranquilidad por haber tocado todas las puertas y el camino recorrido lo llena de orgullo y satisfacción.
“Tal vez no hice lo suficiente o no tuve la suerte para poder lograrlo, pero todo pasa por algo y no me arrepiento para nada”, subrayó.
Por ahora, el líder histórico de ponches en Toros de Tijuana, pasa sus días en Tijuana y cumpliendo con las indicaciones de las autoridades sanitarias, sin embargo, no deja de ejercitarse y darle mantenimiento a su brazo, para estar en buena forma física cuando llegue el día de estar todos juntos.
“Estoy haciendo cosas en casa para mantenerme activo; tengo mancuernas, ligas y a veces me toca ir al estadio dos o tres veces por semana, pero busco el horario donde no hay nadie, entonces voy y corro, tiro contra una pared, pero siempre manteniendo la “sana distancia” y con todas las precauciones”, aseguró.
Durante esta contingencia le ha quedado de manifiesto la importancia de planear a futuro para poder enfrentar de mejor manera este tipo de situaciones que no se esperan y que son difíciles de atravesar.
“Esto nos está enseñando a todos que hay que planear a futuro; extraño estar en el terreno lanzando en la lomita, convivir con los aficionados, con mis compañeros y por lo pronto le mando un saludo a la afición de Tijuana, espero verlos pronto y recuerden mantener su distancia y tomar sus precauciones, entre más nos apoyemos uno al otro, más rápido vamos a salir de esto”, concluyó.
“Varios de los compañeros con los que me tocó compartir cuarto de hotel o departamento están ahora en Grandes Ligas y algunos son estrellas; uno de los primeros “roomies” que tuve fue Delin Betances que ahora es una estrella con Mets, pero fue en su tiempo estrella de Yankees”
-Manny Barreda
Lanzador de Toros de Tijuana