Compartió el CECUT Rosca de Reyes con la comunidad

* Una multitud agotó en tiempo récord rosca de 280 metros de longitud, mientras niños y niñas recibieron bicicletas donadas por empresas patrocinadoras y pases dobles para el Domo IMAX.

TIJUANA, B.C (SBC).- El Centro Cultural Tijuana, organismo de la Secretaría de Cultura federal, compartió la tradicional Rosca de Reyes con una multitud que se congregó este lunes 6 de enero en la explanada de la institución.

La rosca de 280 metros de longitud y una tonelada de peso, que daba vuelta al Domo IMAX, se repartió en tiempo récord de 10 minutos entre más de 2 mil personas que acudieron a la celebración de esta legendaria tradición, mientras una serie de presentaciones artísticas amenizaba el festejo.

Preparada por un equipo de reposteros de Pastelerías El Molino, esta fue la Rosca de Reyes número 33 que el CECUT compartió con la comunidad, al tiempo que los tres Reyes Magos –personificados por Carlos Alberto García Cortés, Manuel Blanco Leyva y Francisco Javier Ramos Ontiveros, trabajadores de la institución– se paseaban entre la multitud y accedían a tomarse fotos con niñas, niños y familias que lo solicitaban.

Gracias a la generosidad de empresas patrocinadoras, entre las que se contaron Pinturas Comex, D’Volada, Vivir Sonriendo, Pet Center, Papelería Gama, Usamex Eléctrica, Soluciones Audiovisuales, Castleway, Agua Vida, AV Guys, Mundo Audiovisual y Pinturas VIC, un total de 15 niños recibieron bicicletas de regalo y otros 300, pases dobles para el Domo IMAX.

Otras firmas patrocinadoras contribuyeron igualmente al festejo de Rosca de Reyes en el CECUT, entre las que figuraron Leche Jersey, Embotelladora Coca Cola, Seven Eleven y Pasquini.

La rosca contenía dos tipos de muñecos: azules y blancos, quienes encontraron los primeros se llevaron las bicicletas y los segundos recibieron boletos para ver películas en la pantalla más grande de la ciudad.

La directora general del CECUT, Dra. Vianka R. Santana, tras dar la bienvenida a la multitud reunida en la celebración, agradeció a la pastelería El Molino los 33 años de solidaridad en que ha venido acompañando al CECUT en una de sus tareas principales, que es la divulgación y réplica de las tradiciones mexicanas.

“Esta es una tradición que significa un punto de convergencia social, un espacio para las familias, un lugar para los jóvenes; una explanada donde pueden acudir a admirar no solo la oferta artística y cultural, sino a disfrutar un espacio público de excepción con una arquitectura única en la región”, aseguró la funcionaria federal.

“En esta nueva administración”, añadió la directora general del CECUT, “queremos que la comunidad haga suyos nuestros espacios, que los visiten, que los conozcan y disfruten de nuestra oferta artística gratuita los fines de semana; que traigan a sus mascotas y paseen por nuestros jardines”, toda vez que es una institución amigable con los animales domésticos.

“Estamos aquí para servirles y cumplir con lo que se nos ha pedido, que es acercar la cultura a toda la comunidad”, aseveró la Dra. Robles Santana, quien agradeció a la totalidad de los patrocinadores su apoyo para este convivió con la comunidad.

A su vez, la directora de Pastelerías El Molino, Bianca Servitje, señaló que es un placer seguir colaborando con el Centro Cultural Tijuana en la celebración de la tradicional Rosca de Reyes que favorece tanto a los niños como a sus familias.

Tras una breve explicación de la directiva de El Molino acerca del simbolismo que encierra la Rosca de Reyes, de acuerdo con una tradición fuertemente arraigada en la cultura popular, dio inicio la repartición del enorme manjar, que agotó en minutos sus 280 metros, acompañado de chocolate caliente, leche o café, según el gusto de cada comensal.

Mientras, en el escenario colocado en la explanada sonaron los primeros acordes de Son de la Baja que ofreció un recorrido por el cancionero popular mexicano, aunque el programa artístico había comenzado poco antes en la Sala Federico Campbell, donde se llevó a escena “La historia del teléfono inteligente”, divertida obra escrita y dirigida por Edward Coward.

Al término de “Soneros somos y en el camino andamos”, tomó el escenario el colectivo teatral Lunes Azul que escenificó “Improburger”, un ágil trabajo de improvisación teatral que el público premió con aplausos y sonoras carcajadas, antes de dar paso a las notas de jazz interpretadas por la banda Blue Note.

Desde luego, uno de los puntos más emocionantes de la noche fue la entrega de las 15 bicicletas donadas por las firmas patrocinadoras y los 300 pases dobles para el Domo IMAX a los afortunados que encontraron los muñequitos en las rebanadas de Rosca de Reyes que disfrutaron en el CECUT.

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