* Escrita y dirigida por Edward Coward, la obra marcó el regreso del dramaturgo tijuanense a los escenarios locales.
TIJUANA, B.C (SBC).- Muy divertida y aleccionadora resultó “La historia del teléfono inteligente”, obra de teatro que marcó el regreso del dramaturgo y director escénico tijuanense Edward Coward al Centro Cultural Tijuana, organismo de la Secretaría de Cultura federal.
Escenificada en la Sala Federico Campbell, bajo la dirección del propio Coward, quien atestiguó el montaje, la obra se compone de tres historias relacionadas, por un lado, con la lectura, por otro, con el uso y abuso de la tecnología digital, mientras que la tercera parte ofreció la lectura dramatizada de un relato del escritor mexicano Jorge Ibargüengoitia.
“La historia del teléfono inteligente” se presentó como parte del programa “El CECUT apoya las artes escénicas bajacalifornianas” y el público pudo disfrutarla sin costo alguno.
Con las actuaciones de Alfredo Wade, Katherine Spears y Eduardo Cabrera, los relatos dramatizados abordaron el tema del uso excesivo de los teléfonos inteligentes y cómo, mediante la búsqueda constante de aprobación a través de las redes sociales, se ponen en segundo plano las relaciones de la vida real dando prioridad a los contactos virtuales.
El primer segmento, titulado “La historia de Emilio”, muestra a un joven aficionado a la lectura que posee una gran colección de libros, sin embargo, cuando sus amigos observan la cantidad de literatura que devora, se dan a la tarea de convencerle de lo importante que es lo que los demás opinen de él en las redes sociales, falsedad de la cual se darán cuenta más adelante.
El siguiente relato es el que da nombre a la obra: “La historia del teléfono inteligente”, en donde el protagonista decide adquirir un nuevo teléfono con el cual lentamente comienza a distraerse y olvidar sus obligaciones diarias. No es sino hasta que sus amigos platican con él para hacerlo entrar en razón y regresar a la escuela, que el protagonista vuelve a interactuar con los demás.
Para finalizar, el elenco ofreció una lectura dramatizada de “La niña condecorada”, texto de Jorge Ibargüengoitia que hizo estallar en carcajadas al público, tanto por su contenido humorístico, como por la forma tan graciosa con que lo representaron los actores.
Al finalizar cada segmento hubo espacio para que el elenco reorganizara el escenario con muebles, peluches, libros y demás materiales utilizados para aludir a la imagen de la sala del hogar, lugar en donde tienen lugar las historias.
El espacio también fue aprovechado para recibir las ideas y opiniones de los espectadores mientras esperaban el siguiente número. Yolanda Chávez pasó al frente del escenario para comentar: “La tecnología también puede ser muy buena para encontrar amistades, mientras que el mundo de los libros es hermoso y está muy bien representado”.
A su vez, Concepción García Garrido, docente del CECyTE Cachanillas, opinó: “Desafortunadamente, el teléfono no siempre se emplea como debe de ser, es importante que todos los padres lleguen a tener mejores conversaciones con sus hijos para protegerlos de los riesgos del internet, como los son los depredadores y el ciberbullying”.
Al caer el telón, el público despidió entre ovaciones y nutridos aplausos a los actores quienes interactuaron con las personas que se acercaron para felicitarlos y tomarse fotos con ellos.