TIJUANA BC (SBC).- Baja California tiene la oportunidad de ser el plan piloto, la vanguardia de “cero residuos” en México, todo dependerá de que la próxima administración estatal y los ayuntamientos tengan la voluntad política de iniciar una nueva era basada en el concepto de economía circular y la separación de residuos.
Así lo recalcó el ingeniero José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA), afirmando que la mesa está puesta para lograr cambios y cada presidencia municipal puede ser el parteaguas de otra historia en el manejo de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) en cada ciudad de Baja California.
El también vicepresidente de Gestión Ambiental en la Cámara Nacional de Comercio de Tijuana consideró que Baja California está en la puerta, en el reto de lanzar con determinación una política pública sobre economía circular, tal vez una atrevida regulación o ley que marque la pauta de gobiernos locales decididos a “hacer historia”.
“Una política pública construida alrededor del concepto de economía circular puede articular cambio climático, biodiversidad, movilidad, agua, residuos, calidad de aire, educación, cultura, producción y consumo limpios, comunidades, espacio público, desarrollo urbano, turismo, pesca, mercados verdes, desarrollo agropecuario”, explicó.
Agregó que separar es la etapa clave de la estrategia para un manejo adecuado de los residuos sólidos urbanos, ya que los residuos no son basura, sino que tienen un valor, por lo que separarlos permite un mejor aprovechamiento a través del reúso, el reciclaje o la extracción de materias primas para generar nuevos productos.
“Hay ejemplos exitosos, desde ciudades y pueblos japoneses que separan en muchas corrientes de residuos, hasta otros que solo separan en dos o tres tipos; en México también tenemos comunidades, pueblos y ciudades que nos ilustran la posibilidad real de separar los residuos, sumando voluntad política del gobierno y compromiso ciudadano”, expresó.
El experto en gestión estratégica del desarrollo dijo que a pesar de que seguro persisten obstáculos naturales, como la inercia de no separar residuos o hasta políticas públicas contradictorias, los gobiernos municipales tendrán oportunidad de “hacer historia”, como reza el eslogan político de la coalición que ganó las elecciones este año en Baja California.
“Los gobiernos locales deberán cumplir su parte según su competencia: al gobierno estatal corresponde el manejo de residuos especiales, pero también deberá facilitar la regulación en el manejo de RSU y colaborar en la micro generación de residuos peligrosos, mientras que la carga operativa, práctica, corresponderá a los gobiernos municipales”, precisó.
No se empieza de cero, aclaró José Carmelo Zavala, no estamos frente a una hoja en blanco, es cuestión de distinguir qué permanece y qué cambia, el balance de los ojos viejos frente a la nueva visión que revela la ceguera; la reingeniería es un trabajo delicado y fino en sus detalles, por lo que debe alimentarse con paciencia y meticulosa observación.
“Apostamos a que las pasiones desatadas por la transición sean atemperadas por el interés superior de Baja California, aunque sea lugar común, debemos repetírnoslo como rezo, respirando profundamente hasta lograr la serenidad, la repetición es asertiva”, opinó Zavala Álvarez, quien cursó en el Colegio de México el Programa LEAD, para líderes comprometidos con el desarrollo sustentable.
La pelota, finalizó el director del CIGA, está en la cancha de los próximos presidentes y presidentas municipales, quienes tienen canicas para jugar, pronto veremos si están a la altura del reto, si tienen la voluntad política pasa salir de rezago histórico en el manejo de residuos sólidos urbanos.