Un prominente reportero ruso de investigación que fue detenido por acusaciones de narcotráfico fue enviado a arresto domiciliario en un caso que ha suscitado alarma entre los periodistas.
Ivan Golunov fue presentado el sábado en la tarde ante un tribunal en Moscú después del examen médico que le practicaron porque se había quejado malestar cuando estaba bajo custodia policial.
El periodista se retiró del tribunal después del fallo en el que le impusieron el arresto domiciliario hasta el 7 de agosto. En la audiencia, Golunov rechazó estar implicado en drogas y dijo que estaba dispuesto a cooperar con los investigadores.
Golunov rompió en lágrimas mientras hacía declaraciones a la prensa desde la jaula en la que los acusados son mantenidos en las salas de los tribunales rusos.
El departamento de policía de Moscú dijo que un equipo médico de emergencias fue llamado para que atendiera a Golunov el sábado en la tarde y determinó que debía ser llevado a un hospital para que lo examinaran.
La policía no especificó el problema médico de Golunov. Pavel Chikov, director de la organización de derechos humanos Agora, dijo a agencias noticiosa rusas que al parecer el reportero sufrió una conmoción y la fractura de una costilla.
Meduza, el medio digital independiente de Golunov, dijo que el periodista supuestamente fue golpeado después de su arresto el jueves.
La policía afirma que encontró cuatro gramos de un estimulante sintético en la mochila de Golunov. Sin embargo, muchos periodistas sospechan que su arresto fue en represalia por su trabajo de investigación.