TIJUANA, B. C., (SBC).- Los candidatos que buscan la gubernatura del estado prometiendo acabar con la corrupción, deberían verse en un espejo y hacia el interior de sus partidos políticos, pues ahí se encuentran los personajes que se han enriquecido a costa del erario.
Lo anterior señaló el presidente del Partido de Baja California (PBC), Mario Favela Díaz, quien comentó que en el caso del abanderado del Partido Acción Nacional, Oscar Vega Marín, éste dice que meterá a la cárcel a los corruptos, pero no señala a los panistas que se han visto inmiscuidos en diversas transas.
Afirmó que en el caso del Gobernador del Estado, Francisco Vega de Lamadrid, están documentos los movimientos financieros que desde su época de funcionario y alcalde de Tijuana, ha hecho para construir una serie de edificios y plazas comerciales, aprovechándose de sus cargos para comprar los terrenos a menor precio.
De igual forma los faltantes en el sector salud y en el presupuesto de la Universidad Autónoma de Baja California, demuestran la insensibilidad del mandatario por atender las causas de los más necesitados por la de sus bolsillos.
“Por ello el candidato de Acción Nacional dentro de su campaña se quiere desligar del apellido Vega para que no lo relacionen como familiar, sin embargo, el gobernador no es el único panista que tiene cola que le pisen, pues en 30 años de gobierno en Baja California son muchos los que han aprovechado los puestos públicos para enriquecerse, entonces si gana Vega Marín gobernará solo porque meterá a la cárcel a todos sus campañeros de partido”, expresó.
Favela Díaz mencionó que en el caso del candidato de Morena, Jaime Bonilla, es otro que ha estado involucrado en escándalos de corrupción y de negocios de procedencia dudosa, por lo que resulta incongruente que ambos personajes hoy se proclamen como los “paladines de la justicia”-
De ahí que en el PBC se optó por invitar a candidatos ciudadanos con trayectorias intachables, como el caso de Ignacio “Nacho” Anaya, quien busca la gubernatura de la entidad, no para hacer negocio, sino para luchar por las necesidades de la población porque “ya estuvo” de tanta transa.