La Cuarta Transformación no puede creerse, si son colocados en las delegaciones federales personajes que estuvieron plenamente identificados con el peñanietismo y sus ya conocidos métodos, como es el caso de Rodulfo Figueroa Pacheco, quien, afirman, se ha venido jactando en las últimas semanas sobre su reincorporación como delegado federal del INAMI, en Baja California.
En ese cargo, que ocupó de junio de 2013 a mayo de 2018, Rodulfo no solamente se hizo multimillonario, sino que fue un implacable perseguidor de los migrantes centroamericanos, incluyendo a niñas y mujeres.
Rodulfo se volvió rico, haciendo pingües negocios con las mafias de polleros, que nunca antes habían tenido un aliado tan grande.
Figueroa también persiguió a todas las ONGS serias que se dedican a trabajar en pro de los migrantes, pues son una piedra en el zapato para los polleros.
Otro de los grandes negocios de Figueroa fue la extorsión de ciudadanos estadounidenses de a pie, a quienes no solamente les cobraba 20 dólares por entrar a México, obteniendo millones de dólares en su gestión, de los cuales solamente una parte llegó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
No pocos jóvenes estadounidenses tuvieron la mala fortuna de toparse con los esbirros de Rodulfo, quienes, aprovechándose del desconocimiento que los muchachos tenían respecto a la ley mexicana, extorsionaban a esos turistas pedestres, con lo que trajeran de dinero, por oler a mariguana.
Relatan que Figueroa le ha dicho a sus cercanos que regresar a la delegación del Inami es lo menos que merece, pues no solamente traicionó al PRI durante la campaña, sino que se jacta de haber financiado la campaña de AMLO con un millón y medio de dólares.
En una fiesta que organizó hace unos días, Rodulfo dijo que, la delegación del INAMI le queda chica y exigirá quedarse en un lugar superior, pues de lo contrario creará problemas al gobierno federal con los migrantes centroamericanos, que son apoyados por los aliados de AMLO en Estados Unidos.
“Tomaré el control por las buenas, o por las malas”, sentenció, con un vodka en la mano.
Dura decisión tendrá el gran académico Tonatiuh Guillén López, nuevo titular nacional del INAMI, pues su falta de experiencia en la praxis del gobierno podría hacer que se dejara engañar por un hombre mucho más experimentado en este oficio, como lo es Rodulfo, quien ante él y otros nuevos titulares federales dice que gozar de todo el apoyo de las autoridades estadounidenses.
Bien le caería a Rodulfo conseguir otro empleo que le permita seguir pagando la vida de funcionario de alto nivel que lleva, con vehículos blindados y escopetas de seguridad bajo su nómina personal, aún en estos tiempos en los que no ocupa posición que justifique tal grado de protección. Posiblemente se deba a que, como delegado, tampoco dudó en jugarle el dedo en la boca a ciertos mafiosos con quienes, primero, se alió. Bienvenida la cuarta transformación.