En el segundo día del juicio contra Joaquin “Chapo” Guzmán, ya se presentaron los primeros dos testigos: un agente de aduanas y un ex agente de la DEA.
El primero en hablar fue el agente retirado de Aduanas, Carlos Salazar, quien estaba en Arizona en 1990 y fue cuestionado sobre un túnel entre Arizona, Estados Unidos, y Agua Prieta, México, que incluso contaba con un sistema hidráulico para ocultarlo.
Salazar declaró que, a pesar de que su oficina estaba a dos cuadras, nunca se reportó movimiento sospechoso.
La defensa busca poner en entredicho fechas y el origen de la casi una tonelada que se incautó cuando descubrieron el túnel, droga que se atribuyó al Cártel de Sinaloa.
El segundo testigo fue el agente retirado de la DEA, Robert Arnold, un químico forense que explicó el proceso de análisis de droga.
Durante este miércoles, el juez Brian Cogan amonestó al abogado de la defensa, Jeffrey Lichtman, por el alegato inicial.
Anoche, la fiscalía pidió que se desestimara el alegato inicial “por estar imbuido de argumentos indebidos, defensas afirmativas inadvertidas y habladurías inadmisibles”.
Sin embargo, el juez se abstuvo de desestimar el alegato pero amonestó al abogado Lichtman por haberse apartado de “pruebas directas”.
“Su alegato inicial emitió un pagaré que su caso no va a cobrar”, dijo el juez y calificó el argumento de engañoso.
El abogado Lichtman continuó esta mañana presentando su argumento de la poca confianza que hay en los testigos cooperantes porque tienen algo que recibir a cambio, como una posible reducción de condena.
“[El caso] Está basado en mentiras, es un producto de la manipulación, y Joaquín Guzmán es inocente de los cargos”, declaró el abogado defensor.
En este segundo día, el “Chapo” viste traje oscuro con camisa violeta y corbata morada.
Su esposa, Emma Coronel, está sentada sola en los lugares para la familia, viste negro con un saco estampado de terciopelo de tonos plateados.