El Papa Francisco exhortó el miércoles a los obispos católicos a soñar con un futuro libre de los errores y pecados del pasado, en momentos en que hay una renovada indignación por el escándalo de sacerdotes pederastas y su encubrimiento por jerarcas católicos.
El pontífice habló durante la apertura de una reunión internacional de líderes eclesiásticos en el Vaticano. A menos de una cuadra del salón del sínodo, una veintena de víctimas de abusos sexuales protestaron para exigir que la reunión discuta su caso y expresaron indignación porque algunos de los delegados habían encubierto a curas abusivos.
“Que la ‘tolerancia cero’ sea una realidad”, se leía en un cartel.
El pontífice argentino ofició una misa con los más de 250 sacerdotes, obispos y cardenales que viajaron a Roma para participar en el sínodo que, hasta el 28 de octubre, buscará proponer nuevas fórmulas para acercarse a los jóvenes católicos.
Francisco rezó para que los obispos guíen a los jóvenes con su experiencia, pero a la vez que vuelvan a despertar en sí mismos el don del “sueño y la esperanza” que tienen aquellos.
El sínodo comienza bajo una nube de nuevas revelaciones de abusos y encubrimiento en Estados Unidos, Chile y Alemania, entre otros países, los cuales han mermado la confianza de los católicos estadounidenses en el liderazgo del Papa a mínimos históricos.