El Gobierno de Estados Unidos de América determinó que 226 niños inmigrantes, que continúan bajo su cuidado después de separarlos de sus familiares en la frontera, no se reunirán con sus padres.
En un reporte entregado hoy a la corte federal del sur de Carolina, una de las razones por las que no regresarán a sus padres es porque estos renunciaron a dicho derecho; los abogados del Departamento de Justicia (DOJ) encontraron que de los más de 200 niños, 55 niños no fueron separados de sus padres, 28 son de progenitores que se encuentran en Estados Unidos y renunciaron a su derecho de reunificación, 29 son de padres catalogados como no aptos para recibir al menor y 114 son de padres deportados que han notificado la no reunificación.
Los niños cuyos padres han renunciado a dicho derecho podrán ser entregados a otros familiares o tutores y de los padres deportados, muchos de ellos han preferido renunciar a sus hijos en lugar de exponerlos a las condiciones de violencia que aquejan a sus países de origen.
Adicionalmente, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) disputó los casos de dos padres a quienes se les negó la reunificación por supuestos antecedentes criminales y anunció que un comité continúa con la tarea para localizar a cientos de padres deportados sin sus hijos, con el objetivo de que estos conozcan sus alternativas. Por otro lado, algunos padres tienen miedo de contestar las llamadas, por lo que se ha pedido que se entreguen los contactos para que sea el propio comité quien los busque.