Mientras 126 países analizados registran un decremento en el delito de robos de vehículos entre los años 2015 y 2017, en México la tendencia es alcista, de acuerdo con un estudio de la Interpol y el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República. En esas naciones la incidencia bajó de 7.4 millones de robos de unidades a 7.1 millones en el lapso en mención, mientras en México la estadística subió de 161 mil a 198 mil (incluyendo motos), respectivamente, según el Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Después de Brasil, México registra la mayor incidencia en América Latina en este ilícito, por arriba de Argentina, Uruguay, Venezuela y Costa Rica, entre otros.
“Hay un incremento en los últimos años. En México se registraron 161 mil 878 vehículos robados en 2015, pero prácticamente cerramos el 2017 con 198 mil casos. En comparación con otros países de América Latina tenemos el caso de Brasil, que también afronta un problema serio de robo”, señala Juan Pablo Aguirre Quezada, investigador del Instituto Belisario Domínguez, quien elaboró el diagnóstico en el que, también de acuerdo con la Organización de Estados Americanos (OEA), “México encabeza la lista” entre los países más afectados.
Brasil es un caso especial. El año pasado reportó más de 557 mil hurtos con y sin violencia, con base en la Embajada de ese país en México.
Las circunstancias particulares de los países de Latinoamérica hacen que el destino de los robos sea distinto. Por ejemplo, en el caso de Brasil, Aguirre Quezada apunta que gran parte de los vehículos se envía para su venta en los países vecinos como Paraguay, Bolivia, Uruguay o Argentina, por lo que este país es pionero en cuanto a los tratados internacionales de seguridad pública de robo de vehículos.
En México, en cambio, el primer factor que identificó el investigador fue por la necesidad de conseguir autopartes a menor costo, sobre todo en el caso de los vehículos con más ventas o más económicos. El segundo factor se debe a la delincuencia organizada, que a su vez tiene varias aristas, como la venta de automóviles remarcados.
Estado de México, Jalisco y CDMX lideran robo de vehículos en el país
En los últimos cinco años, el robo de vehículo en el país con violencia y sin violencia disminuyó un 11%, siendo el 2015 el que menos casos registró, con 145 mil 065, según estadísticas del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Las procuradurías y fiscalías abrieron en 2013, 188 mil 704 carpetas de investigación por este delito, la cantidad más alta de lo que va del sexenio; mientras que en 2017 se contabilizaron 167 mil 164 expedientes; en 2014, 164 mil 695, y en 2016, 146 mil 986. Esto significa que desde 2015 otra vez se documenta un incremento sostenible.
En contraste, datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) reportan un aumento de 31% de esta actividad ilícita en referido periodo.
De acuerdo con su base de datos, en 2013 tuvieron conocimiento de 70 mil 577 casos de autos asegurados robados; en 2017, 81 mil 661.
La incidencia se concentra en el Estado de México, Jalisco, Ciudad de México, Puebla, Guanajuato, Veracruz, Hidalgo, Michoacán, Guerrero y Querétaro.
En el caso particular de la capital de la República, el robo de auto presenta una baja del 47% en los últimos cinco años; esta actividad se registra principalmente en Iztapalapa y Gustavo A. Madero, colindantes con el Estado de México.
En Jalisco se elevó un 10% en los últimos cinco años y medio, con los municipios de Guadalajara y Zapopan a la cabeza.
En tanto que en San Luis Potosí se disparó un 136%, una Entidad que en 2013 cerró con apenas 741 carpetas de investigación y en 2017 saltó a mil 750, de acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
La violencia, que va desde daño físico hasta homicidio, se ha utilizado en una tercera parte de los casos documentados.
El director de AMIS, Recaredo Arias, afirma que los municipios con mayor número de robos de unidades aseguradas, con violencia y sin violencia, son Ecatepec, Estado de México; Guadalajara, Jalisco; Tlalnepantla, Naucalpan, Estado de México; Zapopan, Jalisco; Culiacán, Sinaloa; Puebla, Puebla; Iztapalapa, Ciudad de México; Centro, Tabasco.
A inicios de este año, la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) puso en funcionamiento la aplicación para teléfonos móviles ChecAuto MX para detectar automóviles con reporte de robo en la República mexicana.
De enero a abril de este año, se han hecho casi 12 millones de consultas, de las cuales 250 mil han dado resultados positivos; es decir, que el vehículo consultado contaba con reporte de robo.
En ese mismo lapso se reportaron 20 mil 813 vehículos recuperados en la base de datos correspondiente. De esos, en siete mil 975 casos (38.3%) la aplicación ChecAuto MX fue utilizada o intervino en alguna etapa del proceso de recuperación, ya sea en su sola identificación como vehículo robado, como parte de una revisión o inspección policial, o bien en el aseguramiento directo de la unidad.
Un informe de la CNS señaló que en 21 vehículos identificados por ChecAuto MX como robados se hallaron 41 personas fallecidas; en 37 se aseguraron 52 paquetes de droga; en 51 se decomisaron 125 armas largas, cortas y blancas.
Con la aplicación se detectó que vehículos utilizados en San Martín Texmelucan, Puebla, era para la extracción y traslado de combustible obtenido de manera ilegal. Y son robados en la Ciudad de México, Estado de México, Tlaxcala, Puebla e Hidalgo.
Al menos 145 de los 388 automotores pesados recuperados en el primer cuatrimestre del año y que eran empleados por los “huachicoleros”, fueron ubicados en la referida localidad poblana, considerada por las autoridades federales como centro de operaciones de grupos dedicados al robo de hidrocarburos.
Estrecha relación con los homicidios
En siete de cada 10 homicidios dolosos ocurridos en el país, se utilizó un vehículo robado. Es donde huyen, llegan o desde donde los homicidas cometen el crimen, según la Comisión Nacional de Seguridad.
La correlación entre ambos delitos se concentra en 393 municipios del país, la mayoría ubicados en los estados de Oaxaca, Veracruz y Puebla.
Desde 2013, SLP sufre escalada de ilícitos
San Luis Potosí (SLP) se enfila a su quinto año consecutivo en el que la incidencia de robo de autos se incrementa, siendo los municipios de la capital y de Soledad de Graciano Sánchez los más afectados de la Entidad.
En 21 años, de 1997 a mediados de 2018, han sido robados 29 mil 625 unidades, según el Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Y aunque los peores números se registraron en los años finales de la década pasada, cuando en 2009 fueron robadas dos mil 949 unidades y tres mil 186 en 2010, el Estado sufre un repunte sostenido de este ilícito a partir de 2013.
A junio de este año, en el corte más reciente van mil 139 denuncias, por lo que se estima que para finales de 2018 se superen las cifras del año pasado.
Hace 20 años, el robo de autos en San Luis Potosí no superaba las mil denuncias.
En San Luis Potosí, entre enero y julio de este año, la Procuraduría General de Justicia registró dos mil 299 denuncias por robo de vehículo. Y eso sólo en la Zona Centro de la Entidad potosina, que comprende el municipio capital, Soledad de Graciano Sánchez, Santa María del Río, Villa de Arriaga, Villa Hidalgo, Tierra Nueva, Villa de Reyes, Mexquitic de Carmona, Salinas de Hidalgo, Ahualulco y Villa de Zaragoza.
En México, 5 de las 12 bandas internacionales
De acuerdo con información de la Procuraduría General de la República (PGR), cinco de los 12 grupos criminales transnacionales dedicados al robo de vehículo se asientan en México, los cuales mantienen conexiones estrechas en Guatemala, Estados Unidos y Europa, según la Interpol.
Operan en el Estado de México, Ciudad de México, Puebla y Querétaro. Generalmente trasladan a otros países las unidades robadas, en contenedores marítimos y por tierra, haciéndolas pasar como legales.
La Dirección de Asuntos Policiales Internacionales e Interpol de la PGR informó que México participó en la operación de Interpol denominada IMPACTO, la más reciente, en la que se logró el aseguramiento de mil 367 vehículos y la afectación de la estructuras funcionales de las bandas criminales dedicadas al robo de autos y delitos conexos.
Urge combate frontal contra delincuencia
Expertos en seguridad coinciden que en México urge una estrategia frontal de combate al robo de vehículo, que necesariamente traerá como “efecto dominó” la disminución de otros delitos como el homicidio, robo y secuestro.
Para el especialista Alejandro Hope una parte del plan antirrobo de auto tendría que incluir el combate a la venta de autopartes robadas, la actualización del Registro Público Vehicular (Repuve) y el mejoramiento de procesos de emplacamiento y reemplacamiento en muchas zonas del país, sobre todo en la Frontera Norte, para combatir la importación de automóviles denominados “chocolate”.
Una de las razones, indica, de la disminución de homicidios dolosos en Ciudad Juárez, Chihuahua, a partir de 2010, tuvo que ver con los procesos de emplacamiento y reemplacamiento de vehículos en el municipio fronterizo con Estados Unidos.
El investigador de la Universidad Panamericana, Rodrigo Soto Morales asegura que hay un mercado “muy rico que exporta a África y al Sureste asiático autos robados”, por algunos de los puertos marítimos del país.
Por ello, coincide en que es necesaria una estrategia para impactar en esta problemática, que genera ganancias millonarias a los delincuentes.
“Urge una estrategia de combate frontal de robo de autos, que necesariamente traiga como efecto dominó un combate a los otros ilícitos”, por ejemplo el homicidio doloso.
Un ejemplo que puede citarse muy concreto es la captura de Joaquín “Chapo” Guzmán, la segunda. “Fue realizada por policías no por la Marina, por un robo de auto y así fue como lo agarraron y fue la Policía quien le dio parte a la Marina para que intervinieran en su traslado y detención. Un delito del fuero común se vuelve la causa por la que se agarra a uno de los criminales más buscados de los últimos tres años”.
Pablo Monzalvo, profesor del Diplomado en Seguridad Pública de la Universidad Iberoamericana, afirma que la delincuencia común y organizada usa unidades robadas para cometer actos delictivos, como estrategia para no ser identificados. Sin embargo, rechaza que no necesariamente un mayor combate a este delito provoca la disminución de otros.