TIJUANA BC (SBC).- Según un reporte del Banco Mundial acerca de los seis bancos multilaterales de desarrollo (BMD) más importantes, en 2017 el financiamiento a proyectos relacionados con el cambio climático alcanzó la cifra más alta en siete años: 35 mil 200 millones de dólares, un 28 por ciento más que en el año previo.
Así lo remarcó el ingeniero José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental (CIGA), detallando que 27 mil 900 millones de dólares, equivalentes al 79 por ciento de la inversión total, financiaron proyectos de mitigación del clima orientados a reducir las emisiones nocivas y disminuir el ritmo de calentamiento de la Tierra.
Añadió que el otro 21 por ciento, equivalente a 7 mil 400 millones de dólares, se invirtió en proyectos de adaptación al clima que ayudan a las economías a abordar los efectos del cambio climático, como por ejemplo los niveles inusuales de precipitaciones, el agravamiento de las sequías y los fenómenos meteorológicos extremos.
Las cifras están contenidas en el “Informe conjunto de los BMD sobre el financiamiento relacionado con el clima, 2017”, que reúne datos de las siguientes instituciones: Banco Africano de Desarrollo; Banco Asiático de Desarrollo; Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo; Grupo Banco Interamericano de Desarrollo y Grupo Banco Mundial.
Para adaptación se invirtieron 7 mil 352 millones de dólares, 35 por ciento de ellos al sector de agua y sistemas que eviten su desperdicio, seguido por un 26 por ciento a energía, transporte y desarrollo de infraestructura; para mitigación la cifra alcanzó 27 mil 868 millones, 33 por ciento de ellos para energías renovables y 29 por ciento para transporte.
“No hay un acuerdo sobre qué debe ser prioritario: ¿la mitigación o la adaptación?, pero el informe revela que se ha invertido casi cinco veces más en mitigación; más de la mitad del financiamiento en mitigación es a los sectores energía renovable y transporte, mientras que más de la mitad de la inversión en adaptación es para agua y energía”, enfatizó.
En defensa de la adaptación, explicó, están quienes creen que es inevitable el incremento inercial de la temperatura a causa de la, también inevitable, creciente concentración de dióxido de carbono (CO2), reflejo de una economía que no logra desacoplarse del carbón, puesto que sigue basándose en una matriz energética de combustibles fósiles.
Por un lado, añadió José Carmelo Zavala, están quienes creen que los recursos deben enfocarse en medidas de adaptación y no distraerse en inútiles esfuerzos que intentan reducir las emisiones de CO2; en cambio, quienes priorizan la mitigación piden intensificar los esfuerzos por descarbonizar la economía y argumentan la mayor eficiencia y mayor valor costo-efectivo de la prevención.
Zavala Álvarez comentó que también localmente, en la frontera México-Estados Unidos, el Banco de Desarrollo de América del Norte (BDAN) tiene criterios de inversión que reflejan este mercado financiero del cambio climático, dado que buena parte de su cartera está ligada de alguna manera en estas dos áreas de mitigación y adaptación.
Según un reporte fechado el 31 de diciembre de 2017, el BDAN ha certificado y financiado 244 proyectos, con una inversión total de 9 mil 315 millones de dólares, recursos aplicados mayormente en la mitigación; los sectores más apoyados son agua potable y saneamiento con 135, residuos sólidos con 25, conservación de agua con 24 y calidad del aire con 16.
Recordó que este martes 19 de junio el Hotel Lucerna de la ciudad de Ensenada será sede de la Reunión Pública del Consejo Directivo del BDAN, institución creada en 1994 para desarrollar y financiar infraestructura en la franja de 100 kilómetros al norte y 300 kilómetros al sur de la frontera, dando créditos, recursos no reembolsables y apoyo técnico.
Entre las obras de infraestructura financiadas por el BDAN en ambos lados de la frontera destacan 22 plantas potabilizadoras y 37 sistemas de distribución de agua potable; 53 plantas de tratamiento de aguas residuales y 89 sistemas de alcantarillado; 14 rellenos sanitarios municipales construidos o ampliados y múltiples plantas de energías renovables.
En la escala nacional, Zavala Álvarez destacó el caso de Grupo Financiero Banorte, el banco mexicano que maneja una mayor cartera sobre desarrollo sostenible, mismo que fue reconocido por la Agenda Líderes Sustentables 2020 (ALAS20) como la organización líder en sustentabilidad en México durante 2017.
En 2017, finalizó, Banorte fue la única institución financiera mexicana firmante de los Principios de Inversión Responsable de la ONU, uniéndose a inversionistas globales que representan 22 billones de dólares en activos, en un llamado al G20 a continuar el combate al cambio climático conforme a los Acuerdos de París.