El presidente Donald Trump defendió su amenaza de bombardear Siria y desestimó las críticas de que su anuncio sobre una inminente acción militar haya significado un aviso temprano al régimen del presidente sirio Bashar al Assad y a Rusia.
Como lo hizo el miércoles, el mandatario recurrió a Twitter para continuar su guerra de palabras y de provocación, está última dirigida a Moscú, que apoya militarmente la ofensiva del régimen de Assad contra los insurgentes sirios.
“Nunca dije cuando un ataque contra Siria tendrá lugar. Podría ser muy pronto, o no tan pronto!”, escribió el mandatario en su cuenta, al indicar además que su gobierno merece un reconocimiento por el éxito de su campaña contra el Estado Islámico en esa nación.
“En todo caso, Estados Unidos, bajo mi administración, ha hecho un gran trabajo de librar la región de ISIS. Donde está nuestro ‘Gracias Estados Unidos?”, agregó.
El mensaje temprano este jueves, pareció ser una respuesta a las críticas generadas el miércoles por otro mensaje donde avisó su intención, en respuesta al ataque con armas químicas del pasado sábado contra la comunidad de Duma, que dejó más de medio centenar de victimas, incluyendo niños.
Con ello Trump no sólo pareció ir en contra de su reiterada postura de no adelantar sus movimientos, sino que aprovechó la ocasión para azuzar a los rusos, en un confuso y oscilante enfrentamiento verbal.
“Rusia prometió derribar cualquier misil disparado a Siria. Está lista Rusia porque llegarán, lindos, y nuevos e ‘inteligentes’. Nuestra relación con Rusia es peor ahora de lo que nunca ha sido, y eso incluye la Guerra Fría”, dijo entonces.
La confusión pareció extenderse también a la postura de la administración estadunidense en torno a la responsabilidad de ese ataque.
La vocera presidencial, Sarah Sanders, dijo el miércoles que Trump hacía responsable a Siria y Rusia por ese ataque pese a que por separado, el Secretario de Defensa, James Mattis, señaló que tanto Estados Unidos como sus aliados aún evalúan la información de inteligencia para hacer una determinación final.