PANAMÁ (SBC).- Policías con cascos y chalecos antibalas ingresaron el miércoles al lujoso hotel Trump en Panamá en medio de una disputa administrativa.
Judith Aparicio, directora de empleo para el Ministerio del Trabajo, dijo que los funcionarios del ministerio acudieron al hotel para asegurarse de que el personal estuviera recibiendo su salario.
La vistita tenía como fin proporcionarles seguridad a los trabajadores, señaló Aparicio. Los funcionarios y la media docena de agentes de la policía que los acompañaba abandonaron el inmueble después.
Durante las entrevistas con varios trabajadores del hotel, incluidas recamareras y cantineros, el personal indicó que había recibido sus últimos sueldos a tiempo.
Pero los empleados, que pidieron el anonimato por temor a sufrir represalias, dijeron que temen perder su empleo en caso de que haya un cambio en la administración del hotel.
El martes, equipos rivales de guardias de seguridad se enfrentaron en una escalera de la propiedad.
En un comunicado emitido el miércoles, los representantes de una asociación de condóminos que opera de forma independiente al hotel pero comparte el inmueble, acusaron al personal de seguridad privada contratado por la organización Trump de traspasar la propiedad del hotel y de portar armas de fuego.
La asociación de condóminos dijo que había interpuesto demandas contra los empleados de la marca Trump por haber utilizado “fuerza física letal” en una riña sobre el control de una habitación en el edificio.
El negocio hotelero de la familia del presidente estadounidense Donald Trump se encuentra en una disputa sobre el contrato de Trump Hotels para administrar el hotel de lujo de 70 pisos en el malecón de Panamá.
Encabezados por Ithaca Capital, un fondo privado de acciones con sede en Miami, los condóminos votaron a favor de retirar la marca Trump del inmueble y despedir a su compañía de administración.
Orestes Fintiklis, gerente de Ithaca, afirma que Trump Hotels ha efectuado malos manejos financieros desde hace años, y dice que las declaraciones del ahora presidente sobre cuestiones de inmigración han hecho que su marca sea rechazada en Latinoamérica.
El negocio hotelero de Trump ha rechazado reconocer la terminación del contrato, y mencionó que Fintiklis se comprometió a no impugnar el contrato con la marca Trump cuando el inversor compró 202 de las 309 habitaciones de la propiedad el año pasado.
