Es admirable el grado de enajenamiento de algunos y su habilidad para justificar asuntos indefendibles, fuera de toda lógica. Más preocupante aún, que haya quienes les crean.
El asunto de la propuesta de López Obrador para llevar al Senado de la República a Napoleón Gómez Urrutia, envuelto en acusaciones de corrupción y en el exilio en Canadá desde hace años, supuestamente protegido por líderes sindicales de aquel país, provocó una reacción que ni los de Morena (me refiero a los miembros visibles del partido) han tenido palabras para defender la ocurrencia de su líder.
Pero en redes sociales y foros de opinión de los portales más importantes e influyentes de México, los argumentos utilizados por los ejércitos de zombis cibernéticos, es de escándalo.
Casi lo único que pueden articular es el clásico consuelo de tontos. Sin entrar en detalles lingüísticos, dicen que nadie puede criticar el disparate de su mesías, puesto que en todos los partidos de ‘la mafia del poder’ se encuentran personajes tanto o más corruptos e impresentables que el ex líder minero. Y ahí se acaban sus argumentos.
O sea: ‘sí tenemos corruptos en Morena, pero los otros también’. Empatados. Vaya tiempo el que estamos viviendo.
Yo creo que en Morena hay personas honestas y otras moralinas que deberían estar haciendo sus maletas por este simple hecho, sin contar muchos otros casos que serían motivo suficiente como para haberse rasgado las vestiduras.
Pero, hasta el momento en que escribo este texto, no veo a nadie queriendo salirse del manto protector del ‘peje salvador’… y del hueso.
Twitter: @adejorge