Lo que parecía un domingo muy normal y sin mayores sobresaltos se convirtió en toda una explosión de noticias y sorpresas.
Nuevamente el candidato de Morena fue quien se llevó la jornada con su lista de nombramientos al senado, destacando la inclusión en ella de Napoleón Urrutia líder minero en el exilio y quien carga con una no muy buena reputación; destaca también el nombre de la ex ministra Cordero quien había sido incluida en el gabinete dado a conocer en diciembre pasado, lo que indica que el tabasqueño moverá sus piezas y no serán definitivos esos nombramientos.
Como en las dos anteriores campañas me da la impresión de que Andrés Manuel raya en la locura -como él mismo lo declaró- y vuelve a meterse zancadilla al abrir frentes de ataque y seguir incluyendo personajes impresentables y repudiados por la sociedad -el pueblo como diría él- los Gordillo, Bejarano, Urrutia pueden convertirse en un verdadero lastre, veremos si no le sale mal el cálculo al tabasqueño.
A Ricardo Anaya se le hizo bolas el engrudo el sábado por la noche. Unas horas antes de rendir protesta Javier Corral le increpó los métodos para formar las listas para el senado, situación que curiosamente el gobernador de Chihuahua pasó desapercibido cuando a Margarita Zavala le jugaron de la misma manera. Me parece que es el PAN el partido más dividido en este momento y a su joven candidato sólo lo hace fuerte la alianza que formó, misma que paradójicamente causó la división al interior de su partido. Veremos para que le alcanza al joven maravilla.
El candidato oficial mostró el músculo priista en su protesta llenando el foro sol y mantenido la misma dinámica de ser él el más capaz para dirigir el país los próximos seis años. Se notó cohesión y la presencia de personajes que encabezan los principales cuadros de ese partido los que de mantenerse unidos en la campaña le darán a José Antonio Meade la seguridad de que la gran maquinaria electoral que es el PRI funcione para él, asegurándole una buena campaña y un cierre perfecto.
Las campañas arrancarán en cuarenta días, los contendientes ya están protestados, el gobierno hará su juego y se preparará para entregar el poder al ganador del proceso. Estudiemos las propuestas, revisemos los cuadros, a cada candidato y hagamos nuestra propia reflexión… al tiempo.