¿El suicida es un ser valiente o un cobarde? Este es el eterno debate para todos aquellos que analizan (o satanizan) la decisión de alguien que decide quitarse la vida.
Al principio de esta semana fuimos sorprendidos por la noticia de que Dolores O’Riordan, ex vocalista de la banda irlandesa The Cramberries, fue hallada sin vida en la habitación de un hotel en Londres, la causa de la muerte de Dolores permaneció en secreto hasta el día de ayer que fue revelado el motivo de su muerte: envenenamiento.
Como era de esperarse comenzaron las especulaciones, que había sido envenenada fue la premisa que más aceptación tenía por los medios de comunicación, hasta que algunos detalles, hicieron que se llegara a la conclusión de que el envenenamiento había sido una decisión propia, y es que, ante la ola de suicidios por distintas figuras del rock, yo imaginada que se trataba de un suicidio.
En lo personal, considero alarmante esta situación, pues Dolores no fue la única estrella que en menos de un año decidió quitarse la vida, pues antes de ella el mismo Chris Cornell y Chester Bennigton, vocalistas de bandas icónicas como Audioslave y Linkin Park, también venían arrastrando la enfermedad que hace presa a miles de personas, sin importar el éxito, el dinero, e incluso el amor, que tengan; pues existe un asesino silencioso, un demonio que se va a apoderando de los seres hasta que lo hace arrancarse la vida: la depresión.
Para los que seguimos de cerca a estas figuras, sabemos que venían arrastrando la depresión desde edad muy temprana y que cada uno de ellos vivieron distintas situaciones que los fueron envolviendo en un estado de tristeza permanente.
O’Riordan tuvo un pasado de abusos sexuales y de trastorno de bipolaridad. Ella como los anteriores mencionados, de manera irónica, estaban en géneros musicales fuertes y las canciones que interpretaban, muchas veces eran odas a la fortaleza, es como si de alguna manera ellos se aferraran a encontrar fuerza y esperanza en sus letras.
Pero si de algo podemos estar seguros, es que la depresión es depredadora, ella no perdona, ella pasa por encima de todo, incluso puede mucho más que los medicamentos controlados que pretender erradicarla de aquellos que la padecen.
Y así, como estas figuras públicas, muchas personas que no pertenecen a la farándula la han sufrido, la han combatido y se han declarado perdedores.
Tal parece que Dolores nos quiso hacer una advertencia con el nombre de uno de sus últimos proyectos: D.A.R.K., “oscuridad”. Tal vez solo quiso expresar de otra manera lo que trataba de vencer, pero al final como casi siempre pasa en estos casos; los demonios pueden más.
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