(SBC).- David y Louise Turpin están acusados de mantener a sus 13 hijos encadenados en su casa de California, Estados Unidos, entre otros cargos de abuso.
Las acusaciones de tortura parecen imposibles de entender si se comparan con las fotos que se publicaron en la prensa y que muestran a la familia sonriente en lugares como Disneyland.
Los Turpin se declararon no culpables en el tribunal de Riverside, ante el que comparecieron este jueves.
La BBC consultó a expertos en abuso infantil, psiquiatría y psicología para saber cómo los padres son capaces de maltratar a su propia descendencia.
Encadenados durante meses y con lesiones cerebrales: las nuevas revelaciones sobre el caso del matrimonio que mantuvo a sus 13 hijos cautivos en California
Lo que se sabe de los Turpin, la “familia feliz” que mantenía cautivos y encadenados a sus 13 hijos en California
¿Qué tan inusual es encerrar a los propios hijos?
El caso de los Turpin es extraordinario por numerosas razones, pero particularmente porque las acusaciones son contra dos padres que tuvieron varios hijos juntos.
El profesor Kevin Browne, director del Centro de Psicología Forense y Familia de la Universidad de Nottingham, Reino Unido, dice que es más común ver casos en los que hay un solo niño y los padres no pueden lidiar con él, por lo que la situación se sale de control.
Los interrogantes que genera la escuela que tenía en su casa la pareja que mantenía cautivos y encadenados a sus hijos en California
Mientras que el doctor Bernard Gallagher, experto en protección infantil de la Universidad de Huddersfield, Reino Unido, opina: “Veo muchos casos de negligencia, en los que no se mantiene a los niños con la higiene necesaria o no se les alimenta adecuadamente, pero a menudo no se presentan casos de niños torturados, donde el abuso parece calculado”.